Ian subía las escaleras despacio. Se fue a su habitación, tomo la guitarra y comenzó a tocar algunos acordes que sabía de niño. Suspiro cansado.
¿Y si Jerry tenía razón?, ¿si se había pasado con Alex?...¿pero a el que le importaba?, solo era una usurpadora aprovechada, por el dinero y herencia de la familia.
Su orgullo fue vencido por el remordimiento y camino lentamente hasta la puerta beige con el letrero de “Alexandra” en la puerta, toco delicadamente pero no recibió respuesta, desesperado la abrió solo un poco buscando a la chica, ella estaba de espaldas, sentada en su cama y con el teléfono en mano.
-Marie, por favor- sollozo- no, ella me ha tratado bien pero su hijo…me odia Marie y ¡no le eh echo nada!, por favor Marie, nadie debe de saber que regrese al orfanato…-
¿Regresar al orfanato?, bien por el, eso era lo que el quería ¿no?, que esa adolescente se vaya al basurero de donde vino. Pero por alguna razón, no estaba tan contento, ¿sería por cómo se pondría su madre cuando esa chica desaparezca?, ¿o seria porque el le estaba teniendo aprecio?...no, la última opción era imposible. Sacudió su cabeza mientras cerraba la puerta sin hacer un solo ruido, regreso a su habitación y se acostó en su cama boca arriba con las manos en la nuca.
Abrió los ojos con molestia, había dormido en una posición no muy cómoda y resultado a eso tenía un dolor agudo en el cuello. Sacudió la cabeza un poco y miro el reloj, ya era tarde y Judith no tardaría en llegar. Se levantó pesadamente y camino de nuevo a la habitación de Alex para avisarle, pero de nuevo esta no contesto.
Abrió la puerta pero ella no estaba. Recorrió toda la casa buscándola pero no la encontró.
“nadie debe de saber que regrese al orfanato…”
Fueron las palabras de la chica, ¿y si había regresado a ese lugar?. Corrió de nuevo a su habitación, abrió el armario…nada.
Esa maldita niña se había atrevido a irse mientras el dormía. Al no saber a dónde se había ido Ian reviso las últimas llamadas hechas de su casa a cualquier lugar, apunto el teléfono y salió.
Tomo las llaves de su carro, se montó en el y condujo lo más rápido que pudo al aeropuerto. Cuando la viera de nuevo pagaría por lo que hizo.
Corría por todo el aeropuerto buscando el maldito avión en donde posiblemente la chica haya abordado o vaya a abordar.
Llego a la recepción con una hermosa joven de casi 20 años, tenía una placa que en ella estaba escrito “Blanca”, al verlo le guiño el ojo y sonrió coquetamente, Ian torció los ojos.
-Disculpe, el teléfono este ¿lo reconoce?-
-Veamos…- tomo el papel- ohh si, es el de estación de autobuses-
-¿¡Estación de autobuses!?-
-Sí, el que está a la siguiente cuadra- sonrió
-Agh! Lo único que me faltaba…gracias- grito cuando estaba alejándose, ¿Cómo iba a pensar que esa chica tendría el dinero suficiente para irse en avión?.
Llego a la estación de autobuses, al igual que en el aeropuerto recorrió cada sala sin éxito. Giro a su derecha buscándola con la mirada, y ahí la encontró, esa hermosa cabellera rubia, ojos verde-azulados y pálida piel con lágrimas en sus mejillas.
Esa escena le llego al corazón, sin decir ni una palabra se sentó a su lado, rio internamente al ver que ella seguía sin notar su presencia.
-No te iras tan fácil…- susurro. Alex se sobresaltó y lo vio aterrada
-Ian q-que ha-haces t-tu a-aquí?- tartamudeo
-¿Creías que dejaría a la única persona a la que puedo molestar?- la miro divertido, pero al ver su expresión se tornó serio -Te fuiste mientras dormía, por lo menos te hubieras despedido-
-Lo siento-
-Como sea…no lo hago por mi, lo hago por Judith-
-¿Ah?-
-Te adopto ¿no es asi?, ¿entonces para que te vas?-
-Pero tu…-
-Honestamente creía que no eras del tipo de chica que se rendiría tan fácilmente-
-Es difícil Ian-
-La vida es difícil Alex, hay que afrontarla-
-Tal ves…-
-Hagamos un trato…tu te quedas, yo ya no te molesto y todos felices ¿bien?---¿No dijiste que te arruinaría tu popularidad si se enteran que soy una Colleman?-
-Nadie debe saberlo ¿o si?-
-Supongo…¿y tus amigos?-
-¿Allison y Jerry?...ja!, Jerry es el más fiel del mundo y Allison…lo puedo arreglar-
-…Gracias-
-Bah! No agradezcas, ¿te iras o no?-
-Si lo pones de ese modo…no me ire-
-Que bien porque Judith no tarda en llegar a casa, al no vernos ahí nos regañara-
-Claro- Alex intento agarrar su maleta pero Ian se la quito de las manos y la cargo el. Ella sonrio.
El camino fue incómodo para ambos, a pesar de todo a Alex se le caía la cara de vergüenza, era como un intento fallido de suicidio, ¿con que cara miraría después a su familia?.
Ian estaciono el coche en la cochera, y antes de que Alex bajara la voz de Ian la detuvo
-Espera!-
-¿Si?-
-Aquí no pasó nada ¿de acuerdo?-
Alex sonrió, cerró la puerta del carro, saludo a Judith y se fue a su recamara, Ian se estaba abriendo, y eso, le gustaba de alguna forma a la chica.
¿Y si Jerry tenía razón?, ¿si se había pasado con Alex?...¿pero a el que le importaba?, solo era una usurpadora aprovechada, por el dinero y herencia de la familia.
Su orgullo fue vencido por el remordimiento y camino lentamente hasta la puerta beige con el letrero de “Alexandra” en la puerta, toco delicadamente pero no recibió respuesta, desesperado la abrió solo un poco buscando a la chica, ella estaba de espaldas, sentada en su cama y con el teléfono en mano.
-Marie, por favor- sollozo- no, ella me ha tratado bien pero su hijo…me odia Marie y ¡no le eh echo nada!, por favor Marie, nadie debe de saber que regrese al orfanato…-
¿Regresar al orfanato?, bien por el, eso era lo que el quería ¿no?, que esa adolescente se vaya al basurero de donde vino. Pero por alguna razón, no estaba tan contento, ¿sería por cómo se pondría su madre cuando esa chica desaparezca?, ¿o seria porque el le estaba teniendo aprecio?...no, la última opción era imposible. Sacudió su cabeza mientras cerraba la puerta sin hacer un solo ruido, regreso a su habitación y se acostó en su cama boca arriba con las manos en la nuca.
Abrió los ojos con molestia, había dormido en una posición no muy cómoda y resultado a eso tenía un dolor agudo en el cuello. Sacudió la cabeza un poco y miro el reloj, ya era tarde y Judith no tardaría en llegar. Se levantó pesadamente y camino de nuevo a la habitación de Alex para avisarle, pero de nuevo esta no contesto.
Abrió la puerta pero ella no estaba. Recorrió toda la casa buscándola pero no la encontró.
“nadie debe de saber que regrese al orfanato…”
Fueron las palabras de la chica, ¿y si había regresado a ese lugar?. Corrió de nuevo a su habitación, abrió el armario…nada.
Esa maldita niña se había atrevido a irse mientras el dormía. Al no saber a dónde se había ido Ian reviso las últimas llamadas hechas de su casa a cualquier lugar, apunto el teléfono y salió.
Tomo las llaves de su carro, se montó en el y condujo lo más rápido que pudo al aeropuerto. Cuando la viera de nuevo pagaría por lo que hizo.
Corría por todo el aeropuerto buscando el maldito avión en donde posiblemente la chica haya abordado o vaya a abordar.
Llego a la recepción con una hermosa joven de casi 20 años, tenía una placa que en ella estaba escrito “Blanca”, al verlo le guiño el ojo y sonrió coquetamente, Ian torció los ojos.
-Disculpe, el teléfono este ¿lo reconoce?-
-Veamos…- tomo el papel- ohh si, es el de estación de autobuses-
-¿¡Estación de autobuses!?-
-Sí, el que está a la siguiente cuadra- sonrió
-Agh! Lo único que me faltaba…gracias- grito cuando estaba alejándose, ¿Cómo iba a pensar que esa chica tendría el dinero suficiente para irse en avión?.
Llego a la estación de autobuses, al igual que en el aeropuerto recorrió cada sala sin éxito. Giro a su derecha buscándola con la mirada, y ahí la encontró, esa hermosa cabellera rubia, ojos verde-azulados y pálida piel con lágrimas en sus mejillas.
Esa escena le llego al corazón, sin decir ni una palabra se sentó a su lado, rio internamente al ver que ella seguía sin notar su presencia.
-No te iras tan fácil…- susurro. Alex se sobresaltó y lo vio aterrada
-Ian q-que ha-haces t-tu a-aquí?- tartamudeo
-¿Creías que dejaría a la única persona a la que puedo molestar?- la miro divertido, pero al ver su expresión se tornó serio -Te fuiste mientras dormía, por lo menos te hubieras despedido-
-Lo siento-
-Como sea…no lo hago por mi, lo hago por Judith-
-¿Ah?-
-Te adopto ¿no es asi?, ¿entonces para que te vas?-
-Pero tu…-
-Honestamente creía que no eras del tipo de chica que se rendiría tan fácilmente-
-Es difícil Ian-
-La vida es difícil Alex, hay que afrontarla-
-Tal ves…-
-Hagamos un trato…tu te quedas, yo ya no te molesto y todos felices ¿bien?---¿No dijiste que te arruinaría tu popularidad si se enteran que soy una Colleman?-
-Nadie debe saberlo ¿o si?-
-Supongo…¿y tus amigos?-
-¿Allison y Jerry?...ja!, Jerry es el más fiel del mundo y Allison…lo puedo arreglar-
-…Gracias-
-Bah! No agradezcas, ¿te iras o no?-
-Si lo pones de ese modo…no me ire-
-Que bien porque Judith no tarda en llegar a casa, al no vernos ahí nos regañara-
-Claro- Alex intento agarrar su maleta pero Ian se la quito de las manos y la cargo el. Ella sonrio.
El camino fue incómodo para ambos, a pesar de todo a Alex se le caía la cara de vergüenza, era como un intento fallido de suicidio, ¿con que cara miraría después a su familia?.
Ian estaciono el coche en la cochera, y antes de que Alex bajara la voz de Ian la detuvo
-Espera!-
-¿Si?-
-Aquí no pasó nada ¿de acuerdo?-
Alex sonrió, cerró la puerta del carro, saludo a Judith y se fue a su recamara, Ian se estaba abriendo, y eso, le gustaba de alguna forma a la chica.