Había sucedido de nuevo. El me prometió que nunca más lo haría, me había lastimado, ¿Cómo pude ser tan estúpida como para creerle?
Mire por milésima vez hacia el espejo. Esa ya no era yo. No tenía esa sonrisa de siempre, ese brillo en los ojos que según Niall me caracterizaba…estaba cansada de fingir…fingir mi vida perfecta.
Tome mi chaqueta que colgaba del perchero y salí de mi encierro.
El día era triste, las calles de Mullingar estaban completamente mojadas, las nubes eran negras y el frio congelante. Guarde mis manos en los bolsillos de la chamarra para mantenerlas calientes aunque eso no era suficiente.
Camine al único lugar donde me sentía tranquila, el parque de la ciudad. Me quede quieta observando a todos aquellos niños que jugaban felices, sin problemas. Mire con nostalgia como algunos corrían hacia los brazos de sus padres que los llamaban para cubrirse de la ligera nieve que comenzaba a caer.
Una lágrima cayó ligeramente por mi mejilla, daría lo que fuera por tener a mi madre conmigo.
Me senté en la banca más cercana, abrace mis piernas y coloque mi cabeza entre ellas, aquellas lagrimas ahora se convertían en llanto, la opresión en mi pecho, aquella que contuve durante tantos años me desgarraba por dentro.
-¿Está ocupado?- dijo la voz masculina más hermosa que había escuchado. Levante la cabeza pesadamente para encontrarme con esos hermosos ojos azulados que últimamente estaban siempre en mi mente
-Niall…- susurre
-Hace frio para que estés aquí ¿sabes?- se sentó a mi lado con la vista perdida- te enfermaras…-
-¿Qué más da si enfermo?, ¿Qué más da si vivo o muero? Nadie me extrañaría Niall-
-Yo lo haría- poso su vista en mí. Un escalofrió recorrió mi columna vertebral- me importas mucho ____... más de lo que crees-
-Nialler…- se acercó más a mí y coloco sus manos en mis mejillas. Cerré los ojos disfrutando su cálido toque
-Te ha golpeado de nuevo- no era una pregunta, era una afirmación. Abrí los ojos para encontrarme con una mueca de frustración por parte de el- ¡ese imbécil! ¡Tienes que denunciarlo ya!-
-¡Es mi padre Niall!-
-¡Eso no le da derecho de golpearte todos los días!-
-No lo entiendes…-
-Claro que lo entiendo ____, ese hombre que se dice llamar “padre” es un maldito borracho y golpeador que ni siquiera se hace cargo de su hija de 17- me miro con la ternura de siempre mientras que con las yemas de sus dedos secaba algunas lágrimas de mi rostro-¿recuerdas cuando nos conocimos?-
-Como olvidarlo…fue el mejor día de toda mi vida-
-El mío igual…- sonrió- aun no puedo creer que te ha golpeado desde entonces…¡10 años!
-¿Qué quieres que haga? Cada vez que le digo algo sobre el tema sale peor, me grita o me golpea y yo ya no puedo Niall, estoy cansada-
-…Ven conmigo- susurro
-¿Ir contigo?¿a dónde?-
-Vámonos lejos, seguir nuestros sueños, sin nadie que nos lastime y sin que nadie nos detenga-
-Eso es imposible mi pequeño duende- sonreí- pero qué más quisiera que fuera así de fácil-
-____ solo no quiero que nadie te lastime- pego su frente con la mía durante unos minutos. Comenzó a nevar mucho más fuerte y yo empecé a temblar.
Mire por milésima vez hacia el espejo. Esa ya no era yo. No tenía esa sonrisa de siempre, ese brillo en los ojos que según Niall me caracterizaba…estaba cansada de fingir…fingir mi vida perfecta.
Tome mi chaqueta que colgaba del perchero y salí de mi encierro.
El día era triste, las calles de Mullingar estaban completamente mojadas, las nubes eran negras y el frio congelante. Guarde mis manos en los bolsillos de la chamarra para mantenerlas calientes aunque eso no era suficiente.
Camine al único lugar donde me sentía tranquila, el parque de la ciudad. Me quede quieta observando a todos aquellos niños que jugaban felices, sin problemas. Mire con nostalgia como algunos corrían hacia los brazos de sus padres que los llamaban para cubrirse de la ligera nieve que comenzaba a caer.
Una lágrima cayó ligeramente por mi mejilla, daría lo que fuera por tener a mi madre conmigo.
Me senté en la banca más cercana, abrace mis piernas y coloque mi cabeza entre ellas, aquellas lagrimas ahora se convertían en llanto, la opresión en mi pecho, aquella que contuve durante tantos años me desgarraba por dentro.
-¿Está ocupado?- dijo la voz masculina más hermosa que había escuchado. Levante la cabeza pesadamente para encontrarme con esos hermosos ojos azulados que últimamente estaban siempre en mi mente
-Niall…- susurre
-Hace frio para que estés aquí ¿sabes?- se sentó a mi lado con la vista perdida- te enfermaras…-
-¿Qué más da si enfermo?, ¿Qué más da si vivo o muero? Nadie me extrañaría Niall-
-Yo lo haría- poso su vista en mí. Un escalofrió recorrió mi columna vertebral- me importas mucho ____... más de lo que crees-
-Nialler…- se acercó más a mí y coloco sus manos en mis mejillas. Cerré los ojos disfrutando su cálido toque
-Te ha golpeado de nuevo- no era una pregunta, era una afirmación. Abrí los ojos para encontrarme con una mueca de frustración por parte de el- ¡ese imbécil! ¡Tienes que denunciarlo ya!-
-¡Es mi padre Niall!-
-¡Eso no le da derecho de golpearte todos los días!-
-No lo entiendes…-
-Claro que lo entiendo ____, ese hombre que se dice llamar “padre” es un maldito borracho y golpeador que ni siquiera se hace cargo de su hija de 17- me miro con la ternura de siempre mientras que con las yemas de sus dedos secaba algunas lágrimas de mi rostro-¿recuerdas cuando nos conocimos?-
-Como olvidarlo…fue el mejor día de toda mi vida-
-El mío igual…- sonrió- aun no puedo creer que te ha golpeado desde entonces…¡10 años!
-¿Qué quieres que haga? Cada vez que le digo algo sobre el tema sale peor, me grita o me golpea y yo ya no puedo Niall, estoy cansada-
-…Ven conmigo- susurro
-¿Ir contigo?¿a dónde?-
-Vámonos lejos, seguir nuestros sueños, sin nadie que nos lastime y sin que nadie nos detenga-
-Eso es imposible mi pequeño duende- sonreí- pero qué más quisiera que fuera así de fácil-
-____ solo no quiero que nadie te lastime- pego su frente con la mía durante unos minutos. Comenzó a nevar mucho más fuerte y yo empecé a temblar.
Niall se alejó un poco de mí, me miraba tan fijamente que por un momento pensé que no temblaba del frio. Se fue acercando poco a poco al punto de que nuestras respiraciones chocaban, lo necesitaba, necesitaba a mi amigo. Acorte la tortuosa distancia y lo bese, Niall poso sus manos en mi cuello y me junto más hacia el, era tan…perfecto, era dulce, tierno pero salvaje a la vez. Nos fuimos alejando por falta de aire.
-No sabes lo mucho que te amo ____ -
-Niall- me aferre a su pecho como si mi vida dependiera de ello, mientras el me daba pequeños besos en la cabeza. Comencé a llorar de nuevo, si no fuera por ese tonto rubio irlandés me hubiera matado hace años, él me había salvado de una manera y tenía que vivir por él.
Flash Back
10 años antes
-¡____! ¡Ven acá!-
-¿Qué quieres papa?-me acerque a él con un nudo en el estómago. Él estaba sentado en el sillón con el control remoto del televisor en una mano y una botella de cerveza en la otra.
-Se útil y sirve algo de cenar-
-Pe-pero no se cocinar-
-¡Maldita mocosa!.- arrojo la botella a la pared que estaba a mi lado haciendo que se quebrara en miles de pedazos. Solté un grito de dolor al sentir como un trozo se enterró en mi brazo- ¡no me importa si no sabes cocinar! Quiero algo de comer ahora, ¡eres igual de inútil que tu madre!-
-¡Cállate!- grite con todo el valor que una niña de 7 años pudiera tener. El me miro sorprendido. Se levantó tambaleante, se acercó a mí y me abofeteo tan fuerte que caí al suelo. Me lleve una mano a mi boca al sentir un líquido con sabor metálico…sangre.
Salí corriendo por la puerta delantera. Acelere mi paso al sentir como mi padre corría detrás de mí,
Me detuve después de correr varias cuadras, mi padre ya no me seguía ¿Qué se suponía que haría ahora?. Me senté en la banqueta frente a una hermosa casa. Era una tarde de invierno por lo que el frio comenzaba a azotar sin piedad. Comencé a titiritar cuando la mano de alguien tomaba mi hombro, voltee asustada para encontrarme con un niño de más o menos mi edad, era solo un poco más alto que yo, rubio y ojos azules.
-Hola-
-Hola…-
-Hace frio para que estés aquí ¿sabes?...te enfermaras-
-Yo…no tengo a donde ir- respondí. El hizo una mueca
-…Pero yo si- sonrió- ven sígueme- me tomo del brazo y nos escurrimos por su patio trasero a escondidas
-¿Qué hacemos aquí?-
-Este será nuestro lugar secreto - señalo una hermosa casita arriba del árbol, era azul y pequeña, pero era el sueño de todo niño, incluyéndome.
Subimos deprisa por las escaleras. Tenía todo, una pequeña cama, una mesita, una silla y un juguetero lleno de carritos o muñecos.
-Me llamo Niall James Horan, ¿y tú?-
-____ ____- dije con la mirada baja. Él se acercó a mí y me miro el brazo detenidamente-
-Estas herida- me tape la cortada con mi mano, no quería que supiera porque me corte, por suerte no pregunto- espera aquí ____, iré por el botiquín de mama-
Me senté en la pequeña silla que tenía. Rodee mis rodillas con mis brazos y comencé a llorar. Mama había muerto hace apenas 1 año frente a mí en un accidente ¿Cómo una niña de 7 años puede soportarlo?, lo peor de todo es que a papa no le importó, hasta puedo decir que se alegró. No dejo la bebida por mí, al contrario, tomo cada vez más.
-Aquí está el botiquín, mama me pone este líquido y se me curan las heridas- sonrió. Era gracioso pues le faltaban 3 dientes- ah y traje un poco de comida- tome el plato y comencé a comer sin decir alguna palabra. Levante la vista para encontrarme con su sonrisa burlona.
-¿Qué?-
-Comes mucho- rio
-Tengo hambre- fruncí el ceño- ¿tú no comerás?-
-Si traigo dos platos mama sospechara-
-Viéndote bien…pareces duende…-
-¿Ah?- arrugo la nariz
Niall era bastante gracioso, era lindo y era bastante educado para nuestra edad.
Después de un platicando y jugando su madre le dijo que entrara a casa. Se tuvo que despedir y yo…regrese a casa, donde me esperaba la más grande golpiza de mi vida.
Varios años después Nialler (como le había apodado de cariño) y yo nos encontrábamos en su casita del árbol cada vez que podía. Su madre se había enterado de nuestros encuentros gracias al vecino que pensó que era una ladrona. Por suerte su madre y padre me recibieron bastante bien…casi como su hija.
-No sabes lo mucho que te amo ____ -
-Niall- me aferre a su pecho como si mi vida dependiera de ello, mientras el me daba pequeños besos en la cabeza. Comencé a llorar de nuevo, si no fuera por ese tonto rubio irlandés me hubiera matado hace años, él me había salvado de una manera y tenía que vivir por él.
Flash Back
10 años antes
-¡____! ¡Ven acá!-
-¿Qué quieres papa?-me acerque a él con un nudo en el estómago. Él estaba sentado en el sillón con el control remoto del televisor en una mano y una botella de cerveza en la otra.
-Se útil y sirve algo de cenar-
-Pe-pero no se cocinar-
-¡Maldita mocosa!.- arrojo la botella a la pared que estaba a mi lado haciendo que se quebrara en miles de pedazos. Solté un grito de dolor al sentir como un trozo se enterró en mi brazo- ¡no me importa si no sabes cocinar! Quiero algo de comer ahora, ¡eres igual de inútil que tu madre!-
-¡Cállate!- grite con todo el valor que una niña de 7 años pudiera tener. El me miro sorprendido. Se levantó tambaleante, se acercó a mí y me abofeteo tan fuerte que caí al suelo. Me lleve una mano a mi boca al sentir un líquido con sabor metálico…sangre.
Salí corriendo por la puerta delantera. Acelere mi paso al sentir como mi padre corría detrás de mí,
Me detuve después de correr varias cuadras, mi padre ya no me seguía ¿Qué se suponía que haría ahora?. Me senté en la banqueta frente a una hermosa casa. Era una tarde de invierno por lo que el frio comenzaba a azotar sin piedad. Comencé a titiritar cuando la mano de alguien tomaba mi hombro, voltee asustada para encontrarme con un niño de más o menos mi edad, era solo un poco más alto que yo, rubio y ojos azules.
-Hola-
-Hola…-
-Hace frio para que estés aquí ¿sabes?...te enfermaras-
-Yo…no tengo a donde ir- respondí. El hizo una mueca
-…Pero yo si- sonrió- ven sígueme- me tomo del brazo y nos escurrimos por su patio trasero a escondidas
-¿Qué hacemos aquí?-
-Este será nuestro lugar secreto - señalo una hermosa casita arriba del árbol, era azul y pequeña, pero era el sueño de todo niño, incluyéndome.
Subimos deprisa por las escaleras. Tenía todo, una pequeña cama, una mesita, una silla y un juguetero lleno de carritos o muñecos.
-Me llamo Niall James Horan, ¿y tú?-
-____ ____- dije con la mirada baja. Él se acercó a mí y me miro el brazo detenidamente-
-Estas herida- me tape la cortada con mi mano, no quería que supiera porque me corte, por suerte no pregunto- espera aquí ____, iré por el botiquín de mama-
Me senté en la pequeña silla que tenía. Rodee mis rodillas con mis brazos y comencé a llorar. Mama había muerto hace apenas 1 año frente a mí en un accidente ¿Cómo una niña de 7 años puede soportarlo?, lo peor de todo es que a papa no le importó, hasta puedo decir que se alegró. No dejo la bebida por mí, al contrario, tomo cada vez más.
-Aquí está el botiquín, mama me pone este líquido y se me curan las heridas- sonrió. Era gracioso pues le faltaban 3 dientes- ah y traje un poco de comida- tome el plato y comencé a comer sin decir alguna palabra. Levante la vista para encontrarme con su sonrisa burlona.
-¿Qué?-
-Comes mucho- rio
-Tengo hambre- fruncí el ceño- ¿tú no comerás?-
-Si traigo dos platos mama sospechara-
-Viéndote bien…pareces duende…-
-¿Ah?- arrugo la nariz
Niall era bastante gracioso, era lindo y era bastante educado para nuestra edad.
Después de un platicando y jugando su madre le dijo que entrara a casa. Se tuvo que despedir y yo…regrese a casa, donde me esperaba la más grande golpiza de mi vida.
Varios años después Nialler (como le había apodado de cariño) y yo nos encontrábamos en su casita del árbol cada vez que podía. Su madre se había enterado de nuestros encuentros gracias al vecino que pensó que era una ladrona. Por suerte su madre y padre me recibieron bastante bien…casi como su hija.
Entre a trabajar en el mercado de la esquina antes de que Niall cumpliera 12 solo para juntar dinero y darle la guitarra que siempre quiso.
Año tras año me iba enamorando de Niall, pero él era mi amigo y el solo me miraba como eso…amigos. Ese pequeño duende provocaba nuevos sentimientos en mí. Al estar a su lado mi mundo se detenía, olvidaba mis problemas y me centraba en mis sueños. Fin Flasback -_____- susurro- yo…tengo que decirte algo- -¿Qué pasa?- me aleje de el con una media sonrisa, pero al ver su expresión la borre por completo. -¿Recuerdas aquella tarde cuando ambos prometimos que seguiríamos nuestros sueños sin importar lo que pasara?- -Sí, ¿Qué pasa con eso?- -Audicionaré para X-Factor- -¿Bromeas? ¡eso es genial Niall!- -Pero para eso tendré que irme un tiempo a Inglaterra…- -Cuando dices un tiempo…¿Cuánto es exactamente?- -Aproximadamente una o dos semanas…y si quedo, varios meses…- -Tu…es tu sueño Niall, prometimos que lo seguiríamos sin importar que…ahora tienes 17 y ya es hora de que sigas tu camino- -Pero tu…- -No te detengas por mí, yo estaré bien sabiendo que estas feliz, ¡tú ganaras ese concurso!- -Gracias _____- se acercó de nuevo a mí y me dio un corto beso en los labios- Te amo- -Te amo más- le pase mi mano por su pelo y se lo alborote un poco. No podía ser egoísta, desde hace 10 años Niall ha estado ahí para apoyarme en todo, y ahora era este su momento y lo apoyaría hasta el final. *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Gotta change my answering machineNow that I´m alone
Cuz right now it says that we
Can´t come to the phone
And I know it makes no sense
Cuz you walked out the door
But it´s the only way I hear your voice anymore
(…)
-Simón ¿sí o no?- aquí viene lo difícil…
-Voy a decir…si-
-Cheryl ¿sí o no?-
-Voy a decir…no-
-¿¡Qué se cree esa mujer!?- grite, haciendo que todos a mi alrededor me fulminaran con la mirada
-Voy a decir si-
-¡Louis!- grito Katy
-Katy necesita tres si, sale una oportunidad- vamos Katy ¡eres mi idola! No puedes hacer esto
-…Por supuesto, quedas en la competencia-
-¡Si!, ¡si! ¡Mi Niall está en la competencia!- comencé a gritar junto con toda su familia. Tome mi teléfono y después de varios minutos le llame. Sabía que estaba llorando y habría dado lo que fuera por estar ahí con él, pero la distancia ganaba.
-Ganaste, pasaste a la siguiente ronda amor-
-Gracias a ti-
-¡No lo puedo creer!-
-Pero…-
-¿Qué pasa? ¿no estas feliz?-
-Si, claro que estoy feliz pero…no te veré en varios meses-
-No es verdad-
-¿Ah?-
-Quería que fuera sorpresa, pero no sabes que no soy buena en eso así que…¡iré a Inglaterra contigo!-
(…)
-Niall… ¡Niall!-
-¡____!-
Ambos corrimos sin importarnos que la gente del aeropuerto se interpusiera en nuestro camino.
Me tomo de la cintura y me levanto como niña pequeña. Al bajarme al suelo comenzó a darme besos por toda la cara. Al fin tenía mi final feliz.
